martes, octubre 20, 2009

Podría valer...



- Me mentiste…
- No, no… te dije que era escritor, no te dije qué escribía.
- Pero, pero escribes cosas maravillosas… ¿crees en el amor y en el matrimonio y aparentas ser un cínico o eres un cínico que sabe escribir bobadas románticas para chicas como yo?
- Me he perdido, pero creo que lo segundo… lo de bobadas románticas.

(...)

- Deberías reconocer que eres un sentimental, que esa pose cínica sólo es una fachada para parecer misterioso, sensible y sexy…


27 vestidos

jueves, octubre 08, 2009

tu quimera

Cuando solíamos alternar nuestras vidas en pubs para gente desesperada, siempre me tomaba un chupito a tu salud. Me lo tomaba justo después de irte, justo después de girarte y darme tu espalda arrogante… yo, en lo que duraba el alcohol en mi boca, me imaginaba tirándote de tu larga melena, deteniéndote brusca y simplemente para decirte al oído: házmelo.
Una vez hecho nuestras mentes podrían descansar, como harían nuestros cuerpos después del sexo.

Follar contigo no era lo que más me preocupaba entonces. Siempre creí que podríamos empezar por ahí: follando… para que luego me contaras tus penas y tus desdichas, y yo las mías. La empatía es un valor añadido antes, durante y después del sexo. Tras tumbarte bocabajo y dejarte marcada la espalda a conciencia, podríamos fumarnos ese pitillo de maría. Ahora si es época de cosecha, y esperar ha estado bien, muy bien. Incluso, para contarnos verdades: tú sólo me querías para follar… y yo solamente, follar.

Besarnos como adolescentes sin práctica alguna mientras sube el ascensor. Meterte mano. Que me metas la lengua… retirarte, mirarte y agarrarte los morros. Luego, lamerlos delicadamente. Llegar enajenado a tu nueva casa, a tu nueva habitación… quitarnos los jeans en el hall, frente al espejo, mientras me miras sonriente, desaparecer y jugar al escondite… encontrar tus braguitas, olerlas y sentir que me corro... no puedo creerlo… estás sin prenda para mí.
Y el clímax sexual no coincide con lo leído, ni éste con el final de lo escrito pues… es ahora cuando me siento dentro de ti... tus besos estrangulan, los flujos enmascaran sentimientos a los pies de la cama, tus pechos que me llaman, mi sexo que te aclama, tu boca en forma de“o” callada/violada, mi lengua y tu raja(-da), luego… corrernos a la vez, los dos, con ganas… sin palabras bonitas ni bobadas.
Es el momento en que te levantas aturdida de la cama para ir al baño, cuando tengo la oportunidad de ver tu cuerpo desnudo de una sola pieza. Lo he imaginado tantas veces y tengo una imaginación tan divina que eres casi tan bella como mi mente te imaginó. Ya saben…, la realidad siempre supera a la ficción y lo que se escribió ni en tus mejores sueños pasó.