sábado, abril 10, 2010

Perdido


Me despierto con la claridad de un sol que se deja entrever siempre que las nubes le dan tregua. Ya siempre me olvido de bajar la persiana. Reliado con tu sudadera, la última que llevabas, la de estar por casa... no hace falta que te diga para que duermo con ella. Cuento los días que faltan, me imagino tu regreso... te añoro. Pinchazo en el interior.
No hay besos ni abrazos... no hay estimaciones temporales.

El baño está recogido. No estoy acostumbrado a verlo como lo dejé la noche anterior. No hay mensajes en el espejo. No hay cremas en el lavabo, ni pasta dentífrica que lo manche todo. La solución para tus lentillas sigue ahí, como tus horquillas y cintas del pelo. Todo sigue como siempre (desde que te fuiste). Odio que todo esté en su sitio.
En la cocina ya no hay Cola-cao espolvoreado por toda la encimera... ya no friego tus tazas...

Ando perdido sin ti... el piso se me hace demasiado grande. Me sobra cama, sofá, cocina, comida... me sobra sitio en la percha de la entrada... me sobra espacio... demasiado silencio... me sobra todo y me faltas tú... y esto es sólo el comienzo del día.

 

2 comentarios:

ángeles figuereo dijo...

Sólo el principio, ¿eh amigo?

Anónimo dijo...

Siete horas y media de distancia, seis horas de diferencia horaria y unas noches muy frias son el justificante perfecto para sentirte PERDIDO.

Tu consuelo:

...acelerar el pulso al tiempo
en un momento estaré allí
esperame, lo sabes bien: me quedaré
encontraré la posición en tu mirada
rescataré tu corazón
y en un momento en un rincón
te observaré dispuesto a anestesiarte.

...y así todo volverá a tu/ Mi Rutina Preferida.