miércoles, octubre 27, 2010

virtualmente perdido

La cosa fue, más o menos, como caer en un pozo sin fondo. Imagínatelo, si tienes imaginación. Porque el pozo del que hablo yo tiene luz propia, si no, cómo coño crees que lees esto aquí y ahora. La cosa fue, más o menos, así. Me perdí. Iba caminando y, de repente… no sabía dónde estaba. Me buscaba pero no me encontraba. Creí que me había escondido, pero no. Lo supe cuando me vi solo, perdido. La cosa fue, más o menos, sin querer. Se fue la luz. Imagínatelo, si tienes imaginación. Estás fuera, al borde del pozo y se va la luz (dentro del pozo sigo iluminado). Claro, si no hay luz pues esto no fluye, ni con pilas va ya la cosa, ¡qué fuerte! La verdad es que la cosa fue, más o menos, sin esperarlo. Estaba yo aquí y de repente me vi allí. Una isla desierta. Agua, arena y palmeras cocoteras. La cosa fue, más o menos, por inconsciente. Olvidé mis contraseñas, las llaves de mi mesmedad en la red ¿quién soy? Pincha aquí si olvidaste quién eres. No me daba esa opción. Lo siento. Eres lo peor (ni preguntaste). La cosa fue, más o menos, como os estoy contando. Me tocó la lotería. He estado en la cárcel. Con la izquierda no sé. Fui abducido. Dejé de pagar el adsl. Y otras cosas. Estuve dando una vuelta. Alrededor del mundo. Si te fijaste, fueron curiosamente 80 días de ausencia. No me dio la gana, la real. Estuve en el monte. Me robaron las historias. Perdido ya lo he dicho, ¿no? Ahora leo. No uso gomina. Aunque esto último no influyó nada. No te miento pero... Perdí el norte. La brújula. Y me encontré. Imagínatelo, ¿tienes imaginación? Porque no te imaginas el motivo de esta larga ausencia. Me echaste de menos. Ve acostumbrándote. Lo hice por ti. Créetelo. Menuda imaginación. ¿Llegaste al clímax de mi juego de palabras?


No tienes tanta imaginación.

miércoles, octubre 20, 2010

La mala reputación

Lo bueno, por considerar algo bueno, es que cuando transcurrían las horas... se le pasaba todo, pensaba en frío y se calmaba... lo volvía a pensar... y lo siguiente que quería era verla... ser sincero, decirle que lo sentía, que era un idiota… lo único que quería era verla… lo único…


pero...

Aquella tarde de invierno, a las 19.10h, se conectó y lo que vio es que ella iba muy deprisa... 180 km/h era mucho para lo calmado, tranquilo y sereno que ahora quería estar con ella...

El mensaje a través de la red social que ella le vomitó en su bandeja de entrada era de todo menos alentador. El orgullo de ser más orgullosa que el orgullo de él mismo, la inexperiencia o la mala experiencia, su desconfianza hacia su mala reputación, los desprecios de sus amigas hacia él que no se cansaba de escuchar, su descomunal hipersensibilidad excesiva y sobrenatural… y lo más importante de todo, era invierno, un invierno frío y sus manoletinas no ayudaron a mantener el calor en sus pies, las horas que habían pasado hubieran bastado para haberse curado en prevención de una helada sabida de pies, sus pies pequeños, indefensos, culpables de su ida de mente, de cabeza hueca… con los pies fríos no se piensa bien y en consecuencia no se actúa…

Él le respondió aquel mensaje:
Asunto: mi orgullo.
… no te caigas subiendo las escaleras, no tropieces bajándolas, no te arrepientas, ya no me quitaré la armadura nunca más.

Aquella tarde de invierno se convirtió en aquella noche de invierno. Él que pensaba llamarla y cenar para hablar... él,... se conformaría con la idea de trasnochar, de perderse en barras de bar, de vacilar con las drogas… de sacudir su agenda telefónica para buscar pechos donde llorar, labios que besar y así, así… dilatar su mala reputación un poco más…

miércoles, octubre 13, 2010

Things i never told you

Despertar de repente. Pensar en nada. Las sábanas arrugadas. Los domingos. Amanecer temprano. Cepillarme los dientes. Verme reflejado. Los espejos.
La habitación desordenada. Los domingos. Ahogarme en el armario. Salir corriendo. Sin tiempo ni reloj. Olvidar el móvil. La pereza.
Parar el tiempo. Girar la llave. Conducir solo. Sin rumbo fijo. O un par de destinos improbables. Pop de los 80. Sumergirme. En la música. Gritar. Pensar en nada.
Parar en doble fila. Estar seguro. Girar la llave. Intermitentes. Pensar en nada.
Beber en la barra de un bar. Pedir otra. Y otras más. Aguantar la micción. Pensar en nada. Mandarme a callar. Pedir otra. Y otras más. Salir corriendo. Olvidar mear.
Cruzar la calle, cruzarnos. Que no seas tú. Pensar en nada. Deambular. Verme reflejado. Escaparates. Maniquíes desnudos. Pensar en nada. Esquinas, portales. Mear. Pensar en nada. Estar seguro. Suspirar, aliviar, sonreír. Pensarte a escurridas.
Caminar. A paso ligero. Tormenta de verano. Refugio inesperado. Ver llover. Paraguas en mano. Ajena. Ninguno conmigo. Ni contigo. Verlas caminar. A paso ligero. Pensar en nada.
Quedar a salvo. Estar mojado. Directo a los baños. Secador de manos. Reflejos en el espejo. Volver a secas, húmedo. Pensar en nada. Pedir un helado. Comer helado. Chocolate con cookies. Pensar en nada. Ver lloviznar.
Escampar. Imaginar la hora. Pensar en mis relojes. Búsqueda inútil en mis bolsillos. Volver. A casa. Sin prisas. Caminando. A paso lento. Mirada al suelo. Pensar en nada. Cruzar en rojo. Búsqueda inútil entre las calles. Mojadas.
Dormir cuando tenga sueño. Soñar despierto. Perderme en tu corazón. Mirar a la gente. Tenerte enfrente. En sueños. Despierto. Imaginarte en otra. Que se parezca. Que se te parezca. Pelirrojas. Hay pocas. Como tú. Que se parezca. Que se te parezca. Pensar en nada. Es lo mejor.
Llegar a casa. Soltar las llaves. Calefacción aire acondicionado. Desnudo. Cepillarme los dientes tras de ti. Reflejarnos en el espejo. Verte reír. Soñar despierto. Caminar en círculos por el salón. Sofá. Leer.
Jersey T-shirt. Sed. Agua. Pensar en nada. Mirar. El portátil. Documento de texto. Sentarme frente a él. Pensar en ti. Segundos. Teclear. Pensar en nada. Teclear.
Escribir mentiras. Sobre mí.