La historia de un falso plan de amor.

Como un intruso estuvo alternando un ambiente, un espacio que le era ajeno. Él, consciente de aquello quiso jugar con la desconocida, quiso interesarse por lo leído hasta el punto de hacer que ella misma acabara entrometiéndose en sus noches, en sus textos -que eran sus textos-, en su agenda telefónica y en su mismo discurrir. El juego sin reglas había tenido lugar. Ella, no extraña a lo que sucedía se complacía con sus respuestas, con su comentarista particular. También se divertía. Quiso "pre"posicionarse, darle motivos. Hizo como avivar la llama que él sin darse cuenta parecía dejar extinguirse. Quiso darle las gracias por algo que él hacía para sí y que sin ella no tenía sentido. Así lo hizo.
Mientras.. camas vacías, miradas alcoholizadas, llantos de media noche, besos robados a corazones andantes, deseos prohibidos, bares de putas, lametones a lunas sin miel, paseos inolvidables y engañosos, noches sin fin y amaneceres confusos... hasta follar con amor con la chica de la bicicleta. Morena de ojos grandes y rasgados, labios gruesos y nariz picuda. Cual gitana de mercadillo y con un intelecto superior a la media de las hembras y otros seres inanimados de faldas y escotes no reglamentarios. Ella le tocó el corazón y él tardó segundos en destrozar lo que aparentaba ser amor. La hizo sufrir y se fue.. al pobre engreído sólo le quedó huir.
Y huyó para volver a vivir de noche y a soñar de día. Y su juego apetecía.. y más cuanto ella más se entrometía. Y él mientras seguía con su supervivencia. Borracho a deshoras, y enamorando a toda aquella que se atrevía a reírle las gracias. Mentía continuamente, como en sus historias, y acusaba estados nerviosos cuando veía el móvil sonar. La recodaba una de cada tres veces que se cepillaba los dientes. Y leerla era una rutina cotidiana. Se hizo la promesa de serle fiel a sus escritos y de no amar a otra que le cautivará por no llevar bragas. Le dedicó una actualización y se divertía pensando que para el resto de lectores todo aquello olería a amor.
Sin rayas de por medio había noches que rayaban su inconsciente, ¿por qué coño me llama? .. y olvidó que en un juego sin reglas todo vale. Y si no sabía que decir, y si de veras odia el móvil.. y si le gustaba su voz.
Eran tiempos mejores los que vendrían pero él no lo sabía. Quizás ella si lo supiera.
Mis planes. No es sólo una canción. Luego, planes son.. Verse, beber, callarse, reír, mirarse, charlar, besarse, perderse, follar, abrazarse y despedirse. Lo normal. Pero en todo buen plan debes prever el antes, el durante y el final. En el después, en su día siguiente, en su noche a solas, en su primer mensaje de móvil porque sí... en lo que no creía que podría sentir. En eso no se supo mentir. Ahora, hace lo que no pensaba que haría.. recordarla. Mensajearla y confundirla. Buscarla en fotografías no actualizadas. Leerla en vidas pasadas y escribir una historia no inventada.

Ahora cree estar perdido. Y cree que ella también. Pero realmente no sabe cómo está ella. Dice que cansada, dice que sumergida en viajes en coche por una ciudad vacía.

¿Necesitará un nuevo falso plan de amor?