miércoles, abril 29, 2009

Porque sí.

canalla_buixo dijo en 13/10/07

Vamos a aclarar conceptos. Uno a uno.
Vamos a desmenuzar la idea que tienes de mí.
Voy a desnudarme entera. Y así, desnuda,
vas a ver cuánto soy y lo que tengo,
lo que puedo ofrecerte y no quiero darte.
Voy a comenzar a no mentirte, a no engañarme.

Un día de estos, voy a desnudarme.

**

juantonioo dijo en 7/07/08

Yo me desnudé en su día, dejé de engañarme.
Sabías cuánto era, lo que tenía,
lo que pude ofrecerte y no quisiste que te diera.
No me salen vocablos con los que desnudarme,...
no quiero mentirte, no quiero engañarte/me.

Y no tengo claro ningún concepto

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Juan Antonio me ha encantado tu blog!!Me gustaría felicitarte por él... Va a mis favoritos... Te invito a visitar el mio que lo he abierto hace poquito... http://somosnuestropasado.blogspot.com/
un abrazo

Anónimo dijo...

- ¿Qué sentiste cuando triunfaste aquella vez?

- ¿Que qué sentí?

- Si... ¿Qué sentiste?

- Que no era yo la que triunfaba.


- No entiendo... ¿No sentías que era tuyo? ¿No sentías tu cuerpo tembloroso, alborotado?

- ¿Que si no sentí que era mío? Por eso, por eso temblaba.



- ¿Sentiste miedo?

- Lo sentí todo.

- ¿No te sentiste por primera vez segura?

- Me sentí, por primera vez, más insegura que nunca.

- No entiendo… ¡Triunfaste!

- Pero nunca se triunfa por vez definitiva… Quien nunca triunfó, no sabe lo que es triunfar. Quien ha triunfado, necesariamente tiene que volver a triunfar para sentir que lo hizo la primera vez… Nunca acaba. Es una rueda y sigue, sigue, desmedidamente…

- ¿Podrá el miedo hacerte olvidar que has triunfado, si luego fracasas?

- Tenlo por seguro.

Anónimo dijo...

Está lloviendo... Estoy tomando una tacita de café mientras miro por la ventana, y me he acordado de tí... No sé porque. No te conozco pero suelo visitar tu blog.

"Quiero perderme en las aguas de una sopa infinita de letras, mi camino irreversible, del que no me dé la vuelta jamás. Escribir, escribir sin parar… No dejar de escribir, para no retroceder en mi travesía de frases sentidas.Sentirme poeta, charlar con Bécquer de su desamor, con el “Pachelbel's Canon” de Mozart a lo lejos. Sentirme reflexión en el abrazo de la tinta y el papel de Nietzsche. Sentirme mis letras al mirarlas, mientras escribo “Puedo escribir los versos más tristes esta noche”, al compás del dictado de quién lo sintió por primera vez: Pablo Neruda. Caminar como poeta con la muerte, sin miedo a su guadaña, como caminó García Lorca en un poema de Antonio Machado. Pararme a buscar, a tientas en la oscuridad, a Jorge Manrique mientras me ofrece la pista con su voz, como réquiem visceral: “Ved de cuán poco valor son las cosas tras que andamos y corremos, que en este mundo traidor, aun primero que muramos las perdamos: de ellas deshace la edad, de ellas casos desastrados que acaecen, de ellas, por su calidad, en los más altos estados desfallecen". Atender a las vidas de los grandes maestros y comprender, por fin, por qué dijo Nietzsche que sufrir confecciona el arte…”