Me relaja escuchar tu respiración.
Acostarme desnuda sobre tu espalda.
(...)
Tu mirada furtiva y de reojo.
Esa mirada. Idéntica a la mía.
Dormir contigo toda la noche.
(...)
Y llorar amargamente. Sin que te des cuenta.
Porque nadie nunca se da cuenta.
Porque no te tengo.
***
A mí lo que me relaja es verte ir en silencio.
Ver como te abrochas el cinturón y te colocas los pendientes.
Te vas y dejas la cama toda para mí.
Tu mirada furtiva y tu cara de indeferencia como la mía.
Tu pelo alborotado, tu piel marcada por las sábanas, por mis agarres. Estás rota y desagarrada.
Ver como te marchas. Que tiemble todo cuando cierras de un portazo.
Quedarme dormido, despertar trece horas después, y ver en el celular cientos de llamadas perdidas. Como tú, porque estás perdida, sin mí.
Llamas, mensajeas, recibo e-mails... haces que se me acumule el deber de recordarte en la bandeja de entrada.
Y me quedo pensando y te pregunto: ¿has llorado hoy? dime si has llorado... ahora soy yo quien escucha tu respiración. Te siento a 628,5 kms y odio esta situación. Y no te tengo.
Y lloras y no me doy cuenta.
Y te echo de menos aunque nunca te lo diga.
3 comentarios:
seiscientos veintiocho o quinientos cuarenta y tres.
da igual si al final estás.
en referencia a tu "pregunta" en mi blog:
Sentí esa misma rabia. Yo siempre me pongo en la piel del protagonista, sino sería imposible.
Adoro tu blog.
Es fantástico, genial... me emocionas...
Yo te esperaré en tus días tristes e iré a verte a tu segunda concha...marea alta o baja...ahí estaré con nuestras ovejas.
Bss :*
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